Desde la psicología de la salud se aborda tanto la promoción como la prevención de la salud.
La salud se entiende como un bienestar físico y psicológico, cuando esto se rompe surge un desequilibrio y aparece la enfermedad.
La psicología interviene desde la promoción que consiste en la mejora de las características y hábitos saludables de la persona para impedir el inicio de la enfermedad y mantener en el tiempo la salud. El objetivo de la promoción es hacer comprender a las personas que son los responsables de su salud mediante su autocuidado.
La prevención consiste en evitar que llegue la enfermedad, detectar los factores de riesgo y trabajar para mantenerlos a raya mediante el establecimiento de hábitos saludables. Existen tres tipos de prevención: primaria, secundaria y terciaria.
La primaria se realiza antes de que surja la enfermedad, la secundaria se centra en disminuir los síntomas de la enfermedad y que dure lo menos posible mientras que la terciaria se focaliza en minimizar las secuelas o consecuencias.
Se puede concluir efectivamente que más vale prevenir que curar tanto a nivel físico como psicológico.